La Hispaniola Antes del Descubrimiento
Los europeos que llegaron a América
con Cristóbal Colón creyeron haber arribado a Catay, nombre dado antiguamente a
la China, y que, por tanto, se encontraban cerca de la India. Por tal motivo
llamaron indios a los nativos, creando así una confusión que se ha
mantenido hasta el día de hoy. Para corregir el error algunos los llaman amerindios o indoamericanos.
Cuando América fue descubierta por
Colón en 1492, las islas que hoy conocemos como las Antillas estaban habitadas
por pueblos completamente diferentes de los que hasta entonces conocían los
europeos. Las informaciones que Colón y otros viajeros dejaron escritas en los
años del Descubrimiento indican que las comunidades que habitaban las Antillas
en aquel tiempo apenas habían alcanzado un grado de civilización comparable al
neolítico superior de los antiguos pueblos europeos.
Hoy se sabe que las Antillas se
poblaron originalmente con grupos aborígenes provenientes de las cuencias de
los ríos Orinoco, en Venezuela, y Xingú y Tapajos, en las Guayanas. Y se sabe
también que esos pueblos del nordeste de Sudamérica pertenecían a uno de los
muchos grupos aborígenes que poblaban ese continente a finales del siglo XV.
Este grupo vivía en las forestas tropicales y sus actividades dependían en gran
medida de la disponibilidad de canoas para moverse por entre los grandes ríos
continentales. A él pertenecían varios sub-grupos a quienes la agricultura ya
empezaba a serles modo de vida. Pero por razones que desconocemos, hubo pueblos
que no pudieron sedentarizarse y emigraron adentrándose en el Mar Caribe en sus
canoas. Así fueron poblándose paulatinamente la mayor parte de esas islas desde
tiempos anteriores a la Era Cristiana. Esta ocupación, sin embargo, no parece
haber sido continua, y los arqueólogos actuales convienen en que se efectuó a
través de varias oleadas migratorias a lo largo de más de doce siglos.
Las Culturas Pre-Cerámicas
Se ha estimado que la presencia
humana en la isla data de alrededor de 7,000 antes de Cristo y se señala los
sitios de Mordán y Casimira (en Azua) como los lugares donde se ubicaron. Las
culturas pre-cerámicas de la isla podrían clasificarse en dos tipos de
expresión:
a. Cultura de cazadores-recolectores con la utilización
del sílex de buena calidad como elemento distintivo y con ausencia de
implementos de concha y hueso, de pulido y ornamentación en sus expresiones
pétreas. A esta cultura se le denomina Paleo-Indio o «Complejo de Mordán», debido a que se descubrió en el poblado de Mordán,
provincia de Azua.
b. Cultura de recolectores-pescadores-cazadores, ligada
generalmente a grandes concheros y al medio marino, con expresiones líticas
bastante bien logradas que incluyen gladiolitos, bolas de piedra, cuentas de
collar y algún que otro objeto de concha de caracol. Esta cultura se conoce
como Meso-Indio o «Complejo Ciboney» o simplemente «Ciboney» (algunos escriben "Siboney").
Culturas Paleo-Indias
Los primeros pobladores de la isla
aparecen poseyendo en la época un complejo instrumental lítico que desarrollan
en aquellas áreas donde la materia prima (sílex) abunda y es de buena calidad.
No hay duda que estos primeros habitantes fueron navegantes y la tipología de
sus instrumentos líticos demuestra que trabajaron bastante la madera.
En cuanto a la procedencia de estos
grupos paleo-indios, no se tiene evidencia segura que permita conocer su lugar
de origen. La tesis más aceptada es que quizás llegaron del Norte. Algunos
tipos de instrumentos como las bolas líticas y algunas puntas lanceoladas así
parecen indicarlo. En las tierras del Norte de Sudamérica no se encuentran, en
el Meso-indio, bolas líticas y la tradición de la lítica y de acabado escamoso
no ha sido hallada, hasta el presente, en Guayana interior.
De todas maneras, está perfectamente
comprobado que para el año 2,600 antes de Cristo ya había grupos humanos en
Mordán, asentados en una mina de sílex de gran calidad, de una extensión de más
de seis kilómetros cuadrados, atravesada por el arroyo Mordán y colindante con
un manglar. Los instrumentos encontrados corresponden a una panoplia
paleotítica: microlascas, lascas, cuchillos, raspadores, etc.
La aparición de puntas hacía dudar de
que existieron animales de proporciones tales que necesitaran de esas armas
pero la aparición de restos de animales tales como los osos Parocnus, el Acrotocnus
comes y el Acrotocnus
adontrigonus así como la caza del
manatí, justifica la fabricación de ellas.
Culturas Meso-Indias o Ciboney
Al período de la prehistoria de la
Española que se caracteriza por la presencia de grupos de recolectores -
cazadores - pescadores se les denomina Ciboney. Según algunos cronistas, la voz Ciboney proviene de
las palabras arawacas Ciba=
piedra y eyeri=hombre.
Los ciboneyes constituyeron la
primera oleada de inmigración proveniente de Sudamérica y hay evidencias de que
por el año 2,000 antes de Cristo ya habían arribado a nuestras playas.
Corresponde a pueblos con una cultura de concha cuyas habitaciones estaban
ubicadas a orillas de ríos, pantanos, ensenadas y bahías. Sin alfarería y sin
agricultura, estos pueblos llegaron a ocupar algunas áreas de la Española y de
Cuba, ademas de las Antillas Menores. Los conquistadores españoles, que los
llamaban "indios viejos", los describieron como tristes, tímidos y
muy pacíficos. Cuando tuvo lugar el Descubrimiento, sus pocos supervivientes se
habían refugiado en los cayos más aislados y en la península más occidental de
Cuba, Guanahacabibes.
El ciboney conservó algunas técnicas
paleo-indias en cuanto a la utilización de lascas de sílex pero, a su vez,
desarrolló una industria lítica más elaborada en lo que se refiere a la talla
de las piedras: prefiere las formas simétricas y llega a acabados apreciables.
Su ajuar utilitario está constituido por pequeños y grandes morteros, majadores
cónicos, rectangulares y cilíndricos. También fabricaron hachas de piedra
mariposoides y de cuello, algunas de ellas decoradas.
Otros objetos líticos como los esferolitos (bolas de
piedra de diferentes tamaños) y los dagolitos (cetros o dagas) son asociados a sus prácticas
ceremoniales o funerarias, entre las que se incluyen los entierros secundarios,
aplicando en este caso un pigmento rojizo a los huesos de los difuntos.
Su alimentación era similar a la de
las poblaciones anteriores pero agregan a su dieta raíces comestibles y
mariscos. En los "concheros" (yacimientos con gran cantidad de
conchas de moluscos) estudiados se ha encontrado restos de cangrejos, peces de
mar y de ríos, manatíes, ostras y otros caracoles marinos. También se ha
encontrado restos de animales no marinos como las tortugas de agua dulce,
jutías, iguanas y roedores menores. Recogían y comían uvas de playa, mamey,
saona, hicacos, guanábanas, corozos, yuca, guáyica, etc.
El «Complejo Madrigales» (2,050 antes
de Cristo) es la fase más antigua que se conoce hasta el presente para el
Meso-indio de la isla pero es en el «Complejo Porvenir» (1030 - 90 antes de
Cristo) en donde se encuentra el mayor desarrollo. Ambos yacimientos se
encuentran en la desembocadura del río Higuamo de San Pedro de Macorís.
Las Culturas Cerámicas
Las culturas cerámicas antillanas
son, probablemente, una continuación de culturas del mismo tipo localizables en
los principios de nuestra era en la zona norte de Venezuela y en la
desembocadura del río Orinoco. La clasificación de las culturas cerámicas
antillanas responden más a un criterio etnológico que a un criterio de orden
estilístico. Aparte del grupo caribe -cuyo asentamiento en las Antillas Mayores no se
produjo- habríamos que contar, en términos generales, con el grupo de
pobladores arawacos. Es necesario hacer notar que existe una confusión común de
los términos arawaco y taíno. Todos los taínos eran arawacos pero, por el contrario,
no todos los arawacos entran dentro del concepto taíno, que es un concepto
cultural, determinante de una expresión material determinada.
Los arawacos (arahuacos),
también llamados aruacos, arbacos y arawaks, son miembros de una familia lingüística muy numerosa que se extendió
desde Cuba hasta Trinidad, en las Antillas, y en Sudamérica desde su costa
norte hasta Perú y Paraguay, de la cual fueron miembros los igneris y los
taínos.
Los historiadores de la cultura
antillana distinguen, dentro del ámbito arawaco, las siguientes divisiones
culturales:
- Igneris, también llamados iñeris y eyerís, eran indios arawacos pobladores de Trinidad
antes de la conquista caribe, con característica cerámica pintada de
blanco y rojo cuya tradición llega hasta el este de La Española y quizás
hasta el suroeste, con posible dialecto arawaco diferente del dialecto
taíno. Eran agricultores y ceramistas; cultivaban yuca, maíz y otros
vegetales, y recolectaban mariscos.
- Subtaíno, o indio de origen arawaco con
expresiones culturales menos complicadas que las del llamado taíno. Posee
las características principales del taíno y su misma lengua. Su cerámica
no alcanza la expresión del modelado inciso que distingue a los taínos de
Puerto Rico y La Española. En la mayoría de los casos es una cerámica de
pobre decoración, con incisiones rústicas, punteado violento y
protuberancias o apéndices que no destacan bien las figuras que
representan, sin que ello quiera decir que no existan excepcionales casos
de objetos bien terminados. El subtaíno utiliza con frecuencia el montaje
de tiras de barro como elemento decorativo (appliqué). Las áreas subtaínas no
llegaron a desarrollar la talla en madera en gran escala, su juego de
pelota no presenta construcciones o bateyes importantes en el área y su organización
religiosa no tiene el ceremonial que alcanzó la taína.
- Taíno. Es considerado como el grupo
cultural más avanzado, dentro del ámbito arawaco. Sus expresiones
culturales están caracterizadas por un dominio visible de su medio
ambiente, conocimiento a fondo de la agricultura y utilización del riego
en ciertas zonas de La Española. Juego de la pelota con grandes plazas
ceremoniales. Diversas expresiones líticas de primer orden: excelentes
trabajos en piedra y concha. Cerámica incisa punteada con continuidad de
motivos y secuencias decorativas, hasta el logro de complicadas formas de
decoración en todo tipo de material. Presencia del vaso-efigie de la forma
navicular muy característica, así como presencia de botellas o potizas.
(Vea más sobre la cultura taína)
- Ciguayo-Macorix. Es un grupo cuya diferencia clara con el taíno y los demás grupos
culturales está expuesta por los diversos cronistas. Ciguayos y macoriges
podrían unificarse en un sólo grupo, por su continuidad geográfica desde
Samaná hasta el norte de la Cordillera Central y Septentrional. Su lengua
no era la general de las islas y, hasta el momento, los pocos restos
arqueológicos de la región ciguaya asimilan a sus pobladores a la
tradición cultural taína, por lo que podría tratarse de un bolsón
cultural, que si en principio pudo tener cultura diferente de la taína,
aparece aculturado por el taíno final.
Tendríamos la siguiente distribución
geográfica para los grupos arawacos del área:
- Igneri: Trinidad, Islas Vírgenes, Puerto Rico y la República Dominicana.
- Taíno: Puerto Rico, Santo Domingo, parte de Haití y el este de Cuba.
- Ciguayo-Macorix: este - noroeste de la isla La Española.
- Subtaíno; Puerto Rico, Jamaica, centro de Cuba, parte de las islas Bahamas y
de Haití.
- Lucayos: subtaínos en transición hacia el taíno. Con formas cerámicas que van
desde las simples expresiones subtaínas hasta el estilo Boca Chica, de
factura taína. Habitantes de las islas Bahamas.
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