Nuevamente a Cristina Lizardo le Destetan Cáncer

Nuevamente la senadora Cristina lizardo le diagnosticaron cáncer la cual logro liberarse hace un tiempo, de cáncer de mama y ahora se encuentra con dicha enfermedad

En principio, Cristina Lizardo Mézquita relacionó el fuerte dolor con un síntoma de la hipertensión que padece, sintió preocupación, pero lo ocultó hasta que concluyera el festejo para no dañarle el momento a familiares y allegados.

Una vez terminó la fiesta puso a una de sus dos hijas que la chequeara y esperó con ansias el lunes para acudir a su cardiólogo. Nunca pensó que se tratara de un cáncer.

Gracias a ese dolor, Lizardo descubrió la patología vía una mamografía y posterior biopsia, determinando así el grado de la misma.

Enseguida le dieron el resultado se le “nubló” la mente, sintió una fuerte presión en el cuerpo y no recuerda cómo bajó del segundo nivel donde estaba, al primer piso; respiró y lloró, porque pensó que se le “paró el reloj de la vida”.

En ese entonces había empezado su primer año de gestión como senadora, y pensó que debía ir buscando el sustituto y cuando llegó el momento de su terapia decidió hacer pública la noticia, ya que en su condición de figura pública la “mataban” cada semana.

Desde entonces profundizó su fe y aumentó el deseo de creer más en la gente por el apoyo emocional recibido. A eso atribuye parte de la batalla ganada, la otra mitad del pleito fue su gran fuerza de voluntad por vivir. Dos meses después de la quimioterapia se reintegró a su trabajo.

Impacto

Se trató inicialmente en el país y luego sus familiares, por ser el primer caso de cáncer de mama entre ellos, la motivaron a buscar otras opiniones en el exterior. Nunca despreció a sus médicos dominicanos, por eso dos de ellos la acompañaron en Estados Unidos en la cirugía y continuó el tratamiento aquí.

Enfrentó la parte económica con el seguro que le otorgó el Senado y la ayuda del Gobierno a través de sus planes de asistencia social.

De ahí que entendió que había que trazar políticas de salud para cubrir enfermedades catastróficas e hizo, vía el Senado, que se revisara el rango de las coberturas y que así el SeNaSa juegue un mejor rol.

Experiencia horrorosa

Sobre la baja autoestima que se registra en esa circunstancia y la necesidad de disimular la calvicie producto de las quimioterapias, Cristina comentó que su experiencia fue horrorosa. “A mí se me afectaron partes de mi cuerpo, llegó un momento en que pensé que no iba a aguantar, porque esos tratamientos se llevan las células buenas y malas.

Creí que moriría, cuando mi familia me miraba en un sillón y se iban…”, remembró con humildad. Dijo que dos momentos la hicieron levantar el ánimo: la burla de una señora en un avión, mientras ella regresaba de Estados Unidos con un un turbante en la cabeza.

“Ella me dijo, pero miren a ésta… y de qué es que priva, enseguida me fui quitando el turbante hasta quedarme con la cabeza descubierta y le dije: estoy recibiendo quimioterapia porque tengo cáncer de mama.

Ese momento me impactó, la sentí desconsiderada e insensible”.

Otra ocasión que la hizo levantarse de su sillón fue cuando sus padres la fueron a ver, bajaron y no volvieron, entonces se puso un pañuelo y se fue a la casa de ellos y los sorprendió con su presencia.

A partir de su experiencia dice que ama más a la gente, porque eso despierta un mayor sentimiento de solidaridad y de apoyo, que es a su juicio una derrota al egoismo y la indiferencia.

Una maestra que se coloca en lugar del otro

Cristina Lizardo Mézquita es oriunda de San Juan de la Maguana, de raíces cibaeñas. Por esa razón dice que disfruta el sur igual que el norte.

Estudió educación en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, carrera que ejerció y continúa poniendo en práctica a través de su labor.

Ese rol y motivaciones de su padre la llevaron al Partido de la Li beración, logró la categoría de miembro, activista, circulista hasta formar hoy parte del Comité Político.

Fue regidora y senadora en dos oportunidades, presidiendo comisiones de Educación, Salud y Ética. Su mayor satisfacción es que la gente la siente de cerca, porque trata siempre de colocarse en el lugar de los demás.