martes, 11 de abril de 2017

Consejos para evitar el estrés en el verano

Se supone que las vacaciones de verano son para relajarse, desconectar de las rutinas que nos atrapan todo el año, reponer fuerzas y disfrutar de la tranquilidad. Pero no siempre es así. Con la llegada del verano y el horario de jornada intensiva del trabajo se pasa más tiempo en casa, sea con la pareja o con los hijos, y lo que en principio puede ser algo positivo y satisfactorio puede llegar a convertirse en una verdadera pesadilla a costa del estrés. Las vacaciones de los niños son largas y éstos exigen mayor atención y dedicación. Y el mayor tiempo de convivencia con la pareja puede agudizar problemas que durante el invierno están aletargados.

El estrés es una reacción propia del organismo con la que éste trata de adaptarse a nuevas situaciones ambientales. Físicamente se manifiesta aumentando la velocidad de movimientos, tensando los músculos y movilizando la sangre con mayor rapidez. Pero también tiene un impacto significativo en la respuesta cognitiva, la conducta y el sueño. Un poco de estrés es normal e incluso sano. Pero si no se controla y alcanza niveles excesivos es negativo. Y en verano es fácil que esto ocurra, ya que, además, el calor puede potenciar las situaciones de estrés, aunque no provocarlo.
Para evitarlo, los expertos sugieren seguir una serie de recomendaciones:
·         cuidado con el calor: puede provocar alteraciones del carácter, problemas para conciliar el sueño, cansancio, angustia y otros síntomas. Y todo ello agudizar el estrés provocado por situaciones preexistentes.
·         organizar las actividades de los niños: sus vacaciones son más largas que las de los padres y tienen una mayor demanda sobre ellos. Por supuesto que hay que pasar tiempo con ellos, pero también deben tener sus propias actividades. Mientras llegan las vacaciones de los padres, los campamentos, el deporte o los juegos con los amigos pueden ayudar a resolver la situación. Y las vacaciones familiares también habrá que planificarlas pensando en ello, especialmente para que los padres tengan momentos de tranquilidad y libertad para poder hacer cosas sin niños.
·         gestionar el tiempo: con el horario laboral de verano puede aumentar el estrés en el trabajo y luego éste se lleva a casa. Es importante planificar bien el trabajo y muy recomendable realizar por la tarde actividades que ayuden a eliminar el estrés (ejercicio físico, salidas con los amigos, etc.).
·         dormir bien y el tiempo necesario: mientras se trabaja nos levantamos antes y el mayor tiempo de luz diurna invita a acostarse más tarde. Muchas veces, además, el calor hace que no se duerma bien. No dormir el tiempo suficiente causará sensación de cansancio y ansiedad al día siguiente; y ello propiciará el aumento del estrés. Una siesta sentado en el sofá de entre 10-20 minutos máximo ayudará a aparcar el estrés del día.
·         alimentación: una dieta equilibrada basada en alimentos frescos y ligeros, sin apenas grasa, ayudará a minimizar el estrés y la ansiedad.
·         desconectar durante las vacaciones: pero hacerlo de verdad, siendo capaces de dedicar menos tiempo al móvil, la tablet o el portátil, y dedicarse a lo que realmente importa: descansar y disfrutar.
·         ejercicios de relajación: si se siente estrés puede resultar útil la realización de algún ejercicio de relajación (respiración, visualización, etc.).
·         problemas de pareja o familiares: en verano aumenta el tiempo de convivencia con la pareja y en general con la familia, por lo que resulta más fácil que surjan problemas de convivencia o conflictos de cualquier tipo. En el caso de que ya haya problemas previos estos probablemente se agudizarán. Una buena comunicación y el diálogo es el mejor medio para resolverlos.

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