Alucinaciones hipnagógicas: qué son y de qué pueden ser síntoma
as alucinaciones son todas aquellas percepciones que a
pesar de no basarse en estímulos reales, nos hacen ver, oír, o incluso sentir
por el tacto. En el caso de las
alucinaciones hipnagógicas estas se dan durante la noche, y no están
directamente relacionadas con trastornos de tipo orgánico.
En el presente artículo revisaremos el concepto de
este tipo de alucinaciones, así como sus causas y características más
relevantes en cuanto a sus síntomas, que suelen presentarse mientras tratamos
de conciliar el sueño.
Las alucinaciones hipnagógicas tienen la
particularidad de que ocurren
únicamente durante el proceso transitorio del estado de vigilia al de sueño,
específicamente en primera y segunda fase del sueño (MOR). Esto quiere decir
que suceden cuando nos encontramos tratando de conciliar el sueño durante la
noche.
Es frecuente que estas alucinaciones guarden relación
con experiencias vividas por el sujeto durante el día anterior, y las más
comunes son de carácter auditivo y visual. Pueden ser alucinaciones de cualquier tipo; visuales, auditivas,
gustativas, olfatorias, o incluso táctiles.
Por lo general ocurren en las etapas jóvenes del
desarrollo, cuando el sujeto se encuentra en la infancia y durante la
adolescencia. Son menos frecuentes durante la edad adulta, donde en condiciones
naturales, lo normal es que hayan desaparecido por completo. Sin embargo pueden
existir excepciones, en cuyo caso podrían considerarse como indicadores de patologías neuróticas o
psicóticas.
Este tipo de alucinaciones son, en muchos de los
casos, la explicación a las “experiencias paranormales” que algunas personas
manifiestan haber sentido durante horas de la noche, en las que trataban de
conciliar el sueño.
No deben confundirse con las
alucinaciones hipnopómpicas, las cuales ocurren durante el proceso de transición
entre el estado de sueño al de vigilia, es decir, son exactamente lo opuesto a
las hipnagógicas.
También podría suceder que el sujeto sepa que lo que
está sintiendo en ese momento no es real; en tal caso, se trataría entonces de
una pseudoalucinación.
Esta clase de alucinaciones suelen presentarse de
manera aislada en las personas, dependiendo de la etapa del desarrollo en que
se encuentre el sujeto. Como ya hemos mencionado anteriormente, son comunes en la infancia y adolescencia,
momento en el que los seres humanos aún no poseen instaurado en su totalidad el
pensamiento lógico-racional, y el que prevalece todavía es el pensamiento
mágico-religioso.
Durante estas etapas jóvenes de la vida, esas
alucinaciones pueden atribuirse a
aquellas fantasías y creencias propias de las respectivas edades (entres
los 6 y los 17 años).
En los casos más repetitivos, cuando estas
alucinaciones se repiten con frecuencia, podrían ser ocasionadas con algunos
trastornos específicos del sueño. Por ejemplo, la conocida parálisis del sueño.
Si ocurre que la intensidad de las alucinaciones
hipnagógicas es más severa, podría
ser uno de los síntomas de narcolepsia (sueño excesivo durante el
día). Sin embargo, este tipo de alucinación no se considera patológico cuando
ocurre de manera aislada.
En la vida adulta se podrían presentar una vez sin que
se consideren como indicador de algún trastorno. Si por el contrario, si la
prevalencia es significativa, exactamente en los casos donde ocurren a lo largo
de un mes prolongadamente, se debe acudir al especialista (neurólogo o
psiquiatra).
El médico será quien realice
las pruebas necesarias para detectar el posible origen de las
alucinaciones. En circunstancias normales, estas experiencias no duran más de
veinte segundos, y al despertar el sujeto, este no suele recordarlas.
La prevención de estas alucinaciones pasa por tener en
cuenta varios factores relativos al origen de las mismas, lo que significa que
se debe haber determinado qué es lo que las ocasiona para proceder a
prevenirlas de una manera específica para cada circunstancia.
Comencemos por las causas más comunes: el exceso de cansancio provocado por no tener
adecuadas rutinas de sueño. Cuando esta es la causa, lo que se
recomienda es distribuir mejor el tiempo.La idea es que puedas irte a dormir a
una hora prudente y conseguir un sueño reparador de entre 6 y ocho 8 (en el
caso de los adultos).
La ansiedad y el consumo de algunas sustancias también
puede generar estas alucinaciones nocturnas.
Particularmente, cuando la causa es la ansiedad, las técnicas de relajaciones antes de dormir
funcionan bastante bien. Estas incluyen formas de respiración
específicas para disminuir los niveles de ansiedad y poder conciliar el sueño
de mejor forma.
En lo relativo al consumo de determinadas sustancias,
la prevención pasa por abandonar dicho consumo, o de lo contrario las
alucinaciones hipnagógicas persistirán o incluso podrían intensificarse
dependiendo de cuál sea la sustancia o si la persona pasa a consumir alguna
otra que tenga un efecto más potente para su organismo.
Por último, cuando las alucinaciones hipnagógicas son
producto de algún trastorno del sueño, entonces su tratamiento y prevención
pasan por los mismos del trastorno específico que esté padeciendo el sujeto.
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