Ansiedad al despertar: síntomas, causasfrecuentes y soluciones
La ansiedad al despertar es
un problema que puede resultar muy dañino. Consiste en un estado psicológico y fisiológico
caracterizado por los pensamientos acelerados y de carácter negativo durante las
primeras horas del día.
En este artículo hablaremos sobre esta sintomatología
de este tipo de ansiedad, veremos cuáles son sus causas frecuentes, y daremos
algunas recomendaciones puntuales para superar o prevenir la ansiedad matutina.
·
Artículo relacionado: "Qué es la ansiedad: cómo reconocerla y qué hacer"
La ansiedad se considera patológica cuando es
frecuente e intensa, lo cual puede afectar distintas áreas en la vida de
quienes la presentan. En el caso particular de la ansiedad al despertar, nos
encontramos con la sintomatología propia de un cuadro ansioso, pero únicamente
se presenta en el momento de pasar al estado de vigilia y los minutos que siguen
a esto. Los estados ansiosos pueden ocurrirle a cualquier persona, y hasta
cierto punto son normales.
Cuando empieza el día y el
sujeto hace la transición del estado de sueño al de vigilia, esta viene
acompañada de una serie de signos y síntomas correspondientes al estado de
ansiedad al despertar. La persona ansiosa dará por sentado que las cosas le
saldrán mal incluso antes de haber comenzado a realizar la acción.
Veamos cuales son los signos de la ansiedad al
despertar.
·
Sudoración excesiva.
·
Taquicardia.
·
Respiración acelerada.
·
Temblores.
Estos síntomas se presentan en gran medida por un desequilibrio en los niveles de cortisol, los cuales tienden a ser más
elevados al comenzar el día, pero cuando son demasiado altos entonces es cuando
sobrevienen los mencionados signos. Como consecuencia de dichos signos, nuestra
mente comienza a fabricar pensamientos catastróficos, los cuales tienen su pico
más intenso en horas de la mañana, y conforme pasan las horas van disminuyendo,
junto con el resto de reacciones fisiológicas.
A diferencia de los signos, los síntomas de carácter
emocional y psicológico no son observables directamente, y en la mayoría de los
casos responden a la subjetividad del sujeto. Estos pueden precisarse por medio del discurso de la persona que los
presenta, al momento de verbalizar sus pensamientos.
Así, los síntomas de la ansiedad al despertar se
caracterizan principalmente por un estado de pensamiento negativo referente a
cualquier cosa que debían hacer durante el día que está iniciando. Veamos
algunas de estas formas de pensamiento:
·
Preocupación excesiva por los signos (sudoración,
temblores, etc).
·
Deseos de controlar todo.
·
Planificación excesiva.
·
Intolerancia a la incertidumbre.
Paradójicamente, el intento que hace el sujeto por
disminuir su ansiedad lo que consigue es incrementarla, en vista de que no
logra tener el control total de la situación y eso favorece que se mantenga el estrés. Esto termina por frustrar aún más, como consecuencia
de ellos la persona pasa las primeras horas del día con mucha angustia y no
consigue que la mañana le sea productiva.
Como ya hemos mencionado anteriormente, niveles
demasiado elevados de cortisol durante las horas de la mañana son una causa de
ansiedad matutina, pero no son la única. También
existen factores personales y de carácter ambiental que
tienden a detonar este tipo de ansiedad en las personas. Los principales son
los siguientes.
Cuando dejamos para después una actividad que es
prioritaria, estamos obteniendo una satisfacción inmediata al no tener que
realizarla en ese momento, pero estamos añadiendo un factor de estrés a mediano
plazo. Eventualmente tendremos que realizar esa actividad, y mientras más la postergamos, es posible que mayor sea nuestro nivel de
ansiedad por las mañanas.
Cuando tenemos la costumbre de hacerlo todo por
nuestra cuenta, sin solicitar ayuda de ningún tipo, entonces es cuando mayor
probabilidad tenemos de presentar ansiedad al despertar.
Cuantas más actividades tengamos que realizar mayor
será el nivel de energía y compromiso que tenemos que invertir. No siempre vamos a poder hacerlo todo por nosotros mismos, y en caso
de que podamos hacerlo, hay que preguntarse: ¿con qué coste?
Esto se refiere a que cuando nuestras acciones no van
en la misma dirección que nuestros pensamientos y principios, se genera en nosotros una sensación de contradicción, que
inconscientemente nuestra mente se esfuerza por justificar de manera lógica.
De este modo, cuando hacemos algo a pesar no
considerarlo correcto, le estamos dando a nuestro cerebro la tarea de
justificarlo, para evitar sentir que hemos ido en contra de nuestra moral y no
tener la sensación de malestar. Durante las mañanas, con los niveles de
cortisol elevados, nuestro cerebro se encuentra propenso al estrés, y mientras
más disonancias cognitivas tengamos, mayor será nuestro nivel de
angustia por la mañana.
Ahora veremos una serie de recomendaciones útiles para
bajar el nivel de ansiedad por las mañanas. Así podrás hacer que las primeras
horas de tu día sean más saludables.
Acomodarnos una rutina de sueño diaria que nos
garantice el adecuado descanso del cerebro (sueño reparador) ayuda a controlar
los niveles de cortisol por la mañana, y evita los signos que suelen presentarse.
Las comidas pesadas pueden
ocasionarnos molestias durante la noche que nos impiden tener una buena calidad de
sueño, lo cual incrementa nuestros niveles matutinos de ansiedad.
En el momento de despertar, antes de salir de la cama, realiza una serie de respiraciones guiadas. Hazlo de
la siguiente forma; toma aire por la nariz y llévalo hacia tus pulmones,
mantenlo ahí por unos segundos (10-15) y luego déjalo salir por la boca de
manera tranquila y controlada. Como si estuvieras soplando suavemente una vela,
repite el procedimiento varias veces, hasta que sientas un estado de relajación
que va generalizándose.
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