Tiene un cuerpo de modelo pero no es de cristal. Al contrario: tiene muy mala leche, como mínimo en la pantalla, donde la hemos visto vomitar las peores palabrotas y matar a balazos. Sus labios ardientes, el tatoo de su hombro con la palabra muerte en japonés, sus extravagancias al casarse vestida de cuero negro, una colección personal de cuchillos y puñales, sus interpretaciones de "bad girl" loca y antisocial no son sólo parte de una imagen pública. Angelina Jolie es la niña excéntrica y dura de la meca del cine.
De todas maneras, la Lara Croft de carne y hueso no salió de las cloacas, ni mucho menos. Su papá se llama Jon Voight y es el actor que ganó el Oscar en 1978 por "El regreso". Pero durante su época de mayor rebeldía y crisis existencial, Angelina renegó de sus raíces y se borró el apellido: se lo quería currar ella sola. Aunque sus primeras películas fueron un poco bodrios comerciales casi de serie B, siempre ha tenido claro que es mejor actuar que tomar apuntes en clase de interpretación. Por eso aparece en cinco cortos que hizo su hermano mientras estudiaba cine.
Ella empezó con once años, en el Instituto de Teatro Lee Strasberg, pero ya se había estrenado en el cine a los cinco, junto a su padre. Luego estuvo en la New York University. Antes de meterse en serio en el cine, con 16 años ya era una modelo profesional que se movía entre Londres y París, y había protagonizado diversos videoclips de los Rolling Stones, Meat Loaf, Lenny Kravitz o Lemonheads.
Primero aparece en "Cyborg II", una versión baratilla de "Terminator" que sólo llegó a los videoclubs. Pero su primera actuación remarcable fue en "Hackers", una historia sobre piratas informáticos de esas con gráficos de ordenador que ahora nos parecen ridículos. De allí nació su fama y su primer matrimonio, a los veinte años, con su compañero de reparto John Lee Miller, que sería un yonky en "Trainspotting".
El matrimonio se fue al garete al año y guión y vida se empiezan a mezclar en papeles, sobretodo, de chica con carácter: adolescente rebelde ("Foxfire"), drogadicta ("Without Evidence") y puta ("Playing God"). Sin embargo, el primer reconocimiento oficial le viene por un papel en la película de televisión "George Wallace", sobre la vida de un político de Alabama que es asesinado. Es su primer Globo de Oro, a Mejor Actriz Secundaria, y una nominación a los Premios Emmy. El segundo Globo de Oro sí que le llega por un papel dramático. Su interpretación de la modelo Gia Carangi, que muere muy joven de Sida, le vale un Globo de Oro a Mejor Actriz.
A continuación hace la película donde conoce a su actual marido, el actor y director, Billy Bob Thornton y a partir de allí sólo historias fabricadas en los grandes estudios, con carteles enormes con su nombre junto al de otras megastrellas de Hollywood... como ella.
En el 2000 otra vez un papel que le va como anillo al dedo, una internada en un hospital psiquiátrico, la corona de gloria en "Inocencia Interrumpida". Los del mundillo dicen que desde el primer cásting se vió que Angelina tenía carácter, que su presencia hace que sobreviva con dignidad en películas bastante malillas y que es capaz de arrancar protagonismo a los actores principales desde un rol secundario. Precisamente así consigue el Oscar en esta película: brillando más que Winona Ryder.
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