lunes, 20 de octubre de 2014

Tratamientos psicológicos y evidencia empírica

1.    Tratamientos psicológicos y evidencia empírica
2.    El tratamiento psicológico es un aspecto nuclear en drogodependencias. Los principios de tratamiento efectivo propuestos por el NIDA4 señalan que la intervención psicológica es fundamental a largo plazo (tabla I, punto 6). Entre las recomendaciones de la Asociación Psicológica Americana5 los tratamientos con una mayor validez para el tratamiento de conductas adictivas pertenecen mayoritariamente a un enfoque cognitivo-conductual (tabla II).

3.    -- Prevención de recaídas. Conjunto de intervenciones de tipo cognitivo-conductual diseñadas por Marlatt y Gordon6 para la prevención de recaídas en el alcoholismo y que con posterioridad se ha aplicado con éxito en las demás conductas adictivas. Uno de los procedimientos más utilizados por los clínicos.
4.    -- Modelo «Matrix». Enfoque diseñado para jóvenes adictos a psicoestimulantes, con componentes variados, en el que destacan las terapias conductuales, junto a enfoques psico-educativos, estrategias de autoayuda, consejo psicológico individual y de grupo.
5.    -- La psicoterapia expresiva de apoyo: de interés en el ámbito del tratamiento de mantenimiento con metadona, pacientes que presentan problemas de salud mental combinados con conductas adictivas. Enmarcada en el campo de las terapias dinámicas breves7, presta especial atención al análisis de la relación entre sentimientos, conducta y drogas.
6.    -- El consejo individualizado. Agrupa una serie de estrategias psicológicas y sociales de diversa índole que mayoritariamente podrían estar inscritas dentro del ámbito de la modificación de conducta, con especial hincapié en los problemas derivados o asociados al consumo de drogas. Hace incapié en el establecimiento de metas a corto plazo, elaborando estrategias de afrontamiento adecuadas a los problemas asociados con la abstinencia y orienta al paciente hacia los servicios comunitarios más adecuados para cubrir sus carencias médicas, sociales, económicas, de empleo, etc.
7.    -- La terapia de incremento motivacional. Técnica de consejo psicológico que busca incrementar la motivación del paciente para que abandone el uso de drogas. Busca utilizar los recursos intelectuales del paciente o los elementos de su entorno que faciliten el cambio deseado hacia la abstinencia8.
8.    -- Terapia conductual para adolescentes. Estrategia terapéutica que se basa en principios de la terapia de conducta tales como el control estimular, modelado de conductas y reforzamiento contingente9. En esta aproximación terapéutica para los adolescentes con problemas de drogas se presta especial atención a los mecanismos de control social, implicando en el proceso terapéutico a la familia o a otras personas significativas para el paciente.
9.    -- Terapia familiar multidimensional para adolescentes. Al igual que en el caso anterior, este enfoque terapéutico está pensado especialmente para adolescentes con problemas con las drogas. Pero a diferencia de la terapia conductual para adolescentes, su foco se centra en las relaciones familiares, ya que el problema adictivo es visto como el producto de una red de influencias, en la que la red familiar tiene un papel clave.
10. -- Terapia multisistémica. Enfoque terapéutico intensivo dirigido a adolescentes con problemas de drogas y una conducta antisocial marcada10.
11. -- Terapia combinada de tipo conductual y reemplazo de la nicotina. Estrategia que utiliza técnicas conductuales como el entrenamiento en afrontamiento de situaciones de riesgo, junto al soporte de los parches o chiclés de nicotina.
12. -- Enfoque de refuerzo comunitario (CRA) más «Vouchers». Terapia multimodal11, ha sido uno de los enfoques que han sido mejor evaludados según el NIDA y ha sido utilizado con éxito con pacientes alcohólicos, heroinómanos y cocainómanos. Los «vouchers» están basados en la economía de fichas, y son justificantes de analíticas de orinas negativas que pueden intercambiarse por diversos refuerzos. En ocasiones se combina con prescripción de Disulfiran.
13. -- Terapia de refuerzo en programas de mantenimiento con metadona. Similar al enfoque anterior, se centra en reforzar progresivamente los períodos de abstinencia en pacientes en programa de metadona.
14. -- Tratamiento de día con refuerzo. Similar a los dos enfoques anteriores pero aplicado a adictos sin hogar. Incluye grupos de consejo y psicoeducacionales.
15. Terapia breve en conductas adictivas
16. El perfil de los pacientes que acuden a los centros específicos de tratamiento evoluciona constantemente. La figura del drogodependiente con un largo historial de policonsumo, con enfermedades asociadas, sin nivel cultural, sin ocupación laboral y marginal, ya no es mayoritaria. Nuestros pacientes presentan perfiles más variados y a menudo una de las exigencias es la de que se les ofrezca una atención rápida y eficaz. No obstante, esta demanda no siempre puede ofrecérseles, bien por su situación clínica, bien por el exceso de demanda asistencial. En cualquier caso, habrá un grupo de pacientes en los que una intervención breve pueda ser adecuada y es nuestra obligación poder ofertarla a nuestros clientes.
17. Las intervenciones breves pueden definirse como aquellas prácticas destinadas a investigar un problema potencial y motivar a un individuo a comenzar a hacer algo sobre el abuso de sustancias. No es un sustituto para aquellas personas con un nivel alto de dependencia. La meta final es la de reducir el daño que puede resultar del uso continuado de sustancias. La duración es de 1 a 40 sesiones, con la terapia típica entre 6 y 20 sesiones. La meta es proveer a los pacientes con herramientas para cambiar actitudes básicas y manejar una variedad de problemas subyacentes. Difiere de la terapia a largo plazo en que el foco se sitúa sobre el presente, enfatiza el uso de herramientas terapéuticas en un tiempo más corto y enfoca un cambio de comportamiento más específico, en lugar de un cambio a gran escala o más profundo12.
18. El contenido de las intervenciones variará dependiendo del tipo de sustancia, la severidad del problema y el resultado deseado. Puesto que las terapias breves son menos costosas, pueden estar disponibles para un mayor número de personas y pueden adaptarse a las necesidades de los clientes. Pueden utilizarse para proveer atención inmediata a clientes que se encuentran en listas de espera para ingresar en programas especializados, como un tratamiento inicial para usuarios de riesgo y como complemento al tratamiento más extenso a personas dependientes.
A continuación presentamos un conjunto de estrategias de intervención en formato de terapia breve que pueden ayudar a nuestros pacientes a solucionar sus problemas relacionados con el abuso de sustancias y que son recomendadas por el Centre Substance Abuse Treatment13

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